viernes, 30 de agosto de 2013

Pablo Neruda


Neftalí Ricardo Reyes Basoalto (quien escribiría posteriormente con 
el seudónimo de Pablo Neruda) nació en Parral el año 1904, hijo de 
don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa 
Basoalto Opazo, maestra de escuela, fallecida poco años después del 
nacimiento del poeta. 

En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con 
Trinidad Candia Marverde, a quién el poeta menciona en diversos 
textos como Confieso que he vivido y Memorial de Isla Negra con 
el nombre de Mamadre. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres 
de esta ciudad, donde también publica sus primeros poemas en el 
periódico regional La Mañana. En 1919 obtiene el tercer premio en 
los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal. 

En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en 
la Universidad de Chile, donde obtiene el primer premio de la fiesta 
de la primavera con el poema La canción de fiesta, publicado 
posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica Crepusculario, 
que es reconocido por escritores como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro
Prado. Al año siguiente aparece en Editorial Nascimento sus Veinte 
poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota 
una influencia del modernismo. Posteriormente se manifiesta un 
propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres 
breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ; 
Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre 
infinito. 

En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado 
cónsul en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos 
Aires a Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. 
En 1935, Manuel Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de 
la revista Caballo verde para la poesía en la cual es compañero de 
los poetas de la generación del 27. Ese mismo año aparece la edición 
madrileña de Residencia en la tierra. 

En 1936 al estallar la guerra civil española, muere García Lorca, 
Neruda es destituido de su cargo consular, y escribe España en el 
corazón. 

En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura. 

En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una 
intención social, ética y política. En 1952 publica Los versos del 
capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 
aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se 
le otorga el título de doctor honoris causa en la Universidad de 
Oxford , Gran Bretaña. En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel 
de Literatura. 

Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se 
publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido

viernes, 23 de agosto de 2013





                                                                                                                                                                     
William  escucho aquel disparo que daba señal de partida, pensó por un momento todas las carreras que había ganado, las medallas, los aplausos y también esas dolorosas caídas y lesiones, después de pensar vio hacia delante comenzando a correr  con aquel caballo que su padre fallecido le había regalado a la edad de 9 años, recordaba aquel momento en que vio ese pequeño y amistoso animal.  Nuevamente había ganado la carrera, se bajó del caballo caminando junto a él y rechazo aquellos premios que había ganado estaba cansado,  sin pensar más huyo, huyo al campo donde no habrían más carreras, donde no tendría que fingir esa sonrisa cada vez que ganaba. Al llegar soltó a su caballo viéndolo correr libre, el solo lo vio correr sentado en aquella mecedora. Estaba cansado enfermo. Tenía  cáncer él no le había contado a nadie ya que no quería preocupar a sus familiares, todos los días en la mañana William se sentaba en aquella mecedora a observar a su caballo correr  hasta que una mañana no se levantó a observar a su caballo desde su mecedora sino desde su tumba mientras el caballo no corría él estaba a su lado como siempre, todas las tardes aquel caballo que William había bautizado como Kara que significaba Fuerza y Espíritu iba a llorar en la tumba de su dueño que tanto quería.